La clase que me ha tocado para realizar este trabajo, es un curso de primero de primaria. Su tutor se llama Miguel y la clase consta de 10 alumnos, de los cuales la mayoría presentan dificultadas a la hora de aprender. Además contamos con un padre de los niños del centro como colaborador.
El primer día, Miguel nos presentó a los niños y nos acogieron con mucho entusiasmo.
Para ese día tenía preparadas tres fichas de matemáticas para realizar durante la clase. Inmediantamente la clase se dividió en dos grupos de cinco alumnos cada uno, poniendo a los niños que tienen más nivel, con los que presentan dificultades.
Los niños se distraen con gran facilidad por lo que solo consiguieron terminar una de las fichas programadas.
En la segunda semana, Miguel tuvo que bajar el nivel y los niños consiguieron terminar las tres fichas, pero eran de colorear lo que les resultaba más divertido.
Los alumnos han sabido adaptarse muy bien a este tipo de trabajo, están aprendiendo a colabrorar en grupo y poco a poco lo están consiguiendo.
El único inconveniente que se puede ver es que se trata de niños muy pequeños y les cuesta coger la idea, pero ponen todo de su parte.
Están muy contentos al ver caras nuevas en sus clases y al conocer nuevas formas de aprender.
Esperemos que semana tras semana se puede ir consiguiendo los objetivos que se proponen.
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